Inicio de la Fase 3 del Programa Económico con flexibilización cambiaria y flotación entre bandas

11.04.2025

ECONOMÍA

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) inicia la Fase 3 de su programa económico, marcando una significativa flexibilización cambiaria y un nuevo esquema monetario. […]

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) inicia la Fase 3 de su programa económico, marcando una significativa flexibilización cambiaria y un nuevo esquema monetario. La medida central es la implementación de una banda móvil para la cotización del dólar en el Mercado Libre de Cambios (MLC), fluctuando inicialmente entre $1.000 y $1.400, con límites que se ampliarán un 1% mensual.

Esta nueva etapa implica la eliminación del dólar blend y de todas las restricciones cambiarias para personas físicas, permitiendo nuevamente el acceso sin límites al MLC. Además, se autoriza la distribución de utilidades a accionistas extranjeros a partir de los ejercicios financieros que comiencen en 2025 y se flexibilizan los plazos para el pago de operaciones de comercio exterior.

Un pilar fundamental de la Fase 3 es el fortalecimiento del ancla nominal a través de un marco de política monetaria que prohíbe la emisión de pesos por parte del BCRA para financiar el déficit fiscal o remunerar sus pasivos monetarios. Este cambio busca consolidar la reducción de la inflación, objetivo prioritario del BCRA.

Para respaldar este programa, Argentina ha acordado una nueva Facilidad Extendida de Fondos (EFF) con el FMI por USD 20.000 millones, con USD 15.000 millones de libre disponibilidad en 2025, destinados a fortalecer el balance del BCRA mediante la recompra de Letras Intransferibles. Acuerdos adicionales con otros organismos internacionales suman USD 6.100 millones. El BCRA también gestionará una ampliación de la facilidad de repo con bancos internacionales por hasta USD 2.000 millones y se ha extendido por 12 meses el tramo activado del swap de monedas con el Banco Central de China (aproximadamente USD 5.000 millones). En conjunto, estas acciones podrían aumentar las reservas líquidas del BCRA en USD 23.100 millones durante 2025.

El nuevo régimen cambiario operará con una banda de flotación ($1.000 – $1.400 inicial), con ajustes mensuales del 1% en ambos extremos. Dentro de esta banda, el tipo de cambio fluctuará libremente. El BCRA intervendrá comprando dólares al alcanzar el piso (sin esterilizar la emisión para facilitar la remonetización) y vendiendo al tocar el techo (absorbiendo liquidez). Dentro de la banda, podrá intervenir para acumular reservas o moderar la volatilidad, también sin esterilización.

Se levanta el cepo cambiario para personas físicas, eliminando límites y restricciones previas. Para el comercio exterior, se flexibilizan los plazos de pago de importaciones de bienes, servicios y bienes de capital, beneficiando especialmente a las MiPyMEs. Se elimina temporalmente la «restricción cruzada» para facilitar la operatoria de personas jurídicas en el MLC. Además, se autoriza el acceso al MLC para el pago de dividendos a accionistas no residentes correspondientes a utilidades de balances iniciados a partir de 2025. Para los stocks heredados de dividendos y deuda con vinculadas, se diseñará una nueva serie de BOPREAL. Se deroga el dólar blend (80/20) y se elimina el parking para personas físicas.

En el ámbito monetario, se establece un régimen convencional basado en el monitoreo estricto de la cantidad de dinero, con el compromiso de cero financiamiento fiscal y cero emisión para remunerar pasivos del BCRA. Se utilizará como ancla nominal el M2 transaccional privado, con objetivos trimestrales consistentes con el acuerdo del FMI. El BCRA publicará su programación monetaria y monitoreará el M2 para evaluar la necesidad de regular la liquidez. Se utilizará una métrica complementaria (AIN) para el seguimiento del acuerdo con el FMI. El BCRA dispondrá de diversas herramientas para regular la liquidez dentro y fuera de las bandas cambiarias, incluyendo operaciones de mercado abierto y modificaciones en los encajes bancarios. Inicialmente, se adopta un sesgo restrictivo en la política monetaria, con un objetivo de dinero más bajo que el escenario base y un aumento del efectivo mínimo con impacto restrictivo. También se observa una convergencia entre la disponibilidad de fondeo bancario y el crédito.

Informe completo: https://www.bcra.gob.ar/Noticias/inicio-fase-3-programa-economico.asp