El informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos correspondiente al mes de abril de 2025 mostró una inflación anual del 2,3%, la más baja desde febrero de 2021, y por debajo del 2,4% esperado por los analistas. En términos mensuales, los precios subieron un 0,2%, tras una caída del 0,1% en marzo. La inflación subyacente (excluyendo alimentos y energía) se mantuvo en 2,8% interanual, con un aumento mensual del 0,2%.
Los precios de los alimentos disminuyeron un 0,1%, destacando una caída del 12,7% en los huevos, mientras que los precios de la energía aumentaron un 0,7%. El índice de vivienda subió un 4,0% interanual, y el de seguros de vehículos aumentó un 6,4%. Los costos médicos crecieron un 0,5% mensual, impulsados por aumentos en servicios hospitalarios (+0,6%) y medicamentos recetados (+0,4%).
A pesar de la moderación en la inflación, los analistas advierten que factores como las recientes tarifas impuestas por la administración Trump podrían ejercer presiones inflacionarias en los próximos meses. Aunque se ha alcanzado una tregua de 90 días en la guerra comercial con China, persisten aranceles del 10% sobre la mayoría de las importaciones, cuyo impacto completo aún no se refleja en los datos actuales.
El presidente Trump instó a la Reserva Federal a reducir las tasas de interés, argumentando que la inflación está bajo control. Sin embargo, la Fed mantiene una postura cautelosa, esperando señales más claras antes de ajustar su política monetaria.
En los mercados, el S&P 500 y el Nasdaq registraron ganancias, mientras que el Dow Jones cayó un 0,4%, afectado por la suspensión de la perspectiva financiera de UnitedHealth debido a mayores costos médicos y un cambio en la dirección ejecutiva.
En conclusión: El informe del IPC de abril de 2025 sugiere una continuación de la tendencia desinflacionaria en la economía estadounidense, con la tasa de inflación anual alcanzando su punto más bajo en más de un año. Si bien la inflación mensual repuntó ligeramente, el dato general se ubicó por debajo de las expectativas, lo que podría influir en las futuras decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.