¿Pasó la tormenta?
Esta semana dió un respiro luego de varias jornadas completamente negativas para el mercado local de deuda en pesos, donde el BCRA se vió forzado a imprimir pesos para frenar la corrida de estos títulos. Si bien a inicios de la semana se continuó viendo inestabilidad en las cotizaciones, no solo de los bonos sino también en el tipo de cambio financiero, con el correr de los días se logró aplacar el temor del mercado. Al menos de forma transitoria.
El flujo de los FCI CER rotó hacia FCI Money Markets (de menor riesgo y de menor rendimiento), monto que superó los ARS 100.000 M. A raíz de estos rescates, los FCI CER tuvieron que salir a vender títulos ajustables por inflación que generaron las caídas de precios que vimos. Estas caídas a su vez generaron que otros inversores también decidieran desprenderse de sus activos CER. A lo largo de la semana se vieron cada vez menos rescates de los FCI CER, dando cuenta que lo peor ya había pasado. En paralelo, el BCRA estuvo activo comprando bonos CER de vencimiento corto, de forma que sostuvo las cotizaciones. Se estima que imprimió más de ARS 200.000 M en pocos días, efecto que tuvo un impacto directo sobre el dólar MEP y CCL. Sin embargo, al igual que la estabilización de los precios de los bonos en pesos, el tipo de cambio financiero también logró estabilizarse con el correr de la semana, llegando a máximos de $241.
El martes tuvimos una pequeña prueba, a raíz de una licitación de bonos que realizó el Tesoro. En la canasta ofrecida, propuso todos los títulos con vencimiento de este año (Lelites, Ledes y Lecer). En la previa a esta subasta, el BCRA estuvo comprando los mismos títulos que ya cotizan en el mercado secundario por emisiones anteriores, de forma tal de elevar el precio al cual iban a poder colocarlos en su licitación. Esta intervención generó que los títulos que puntualmente compró el BCRA quedarán caros respecto al comparativo de la curva de bonos. Sin embargo, el Tesoro logró colocar ARS 21.587 M (vencían ARS 11.000 M), entendiendo que gran parte de los participantes fueron organismos públicos que acompañaron como soporte. El desafío está puesto en el vencimiento del 28 de junio, fecha en la cual el Tesoro deberá renovar por ARS 600.000M.
En el apartado monetario, el BCRA continúa mostrando mucha debilidad a la hora de poder acumular reservas, un tema clave para darle estabilidad al segundo semestre. Las compras continúan siendo escasas y parece difícil que se logre el cumplimiento de la meta de reservas con el FMI. En lo que va del año, el BCRA acumula compras netas en el mercado de cambios por USD 897M, tratándose de un dato mucho menor a lo previsto. Para esta época, entre 2011 y el 2015 el BCRA ya llevaba comprados, en promedio, más de USD 3.300M al sector privado. La dinámica de junio es aún peor, el saldo del BCRA desde inicio de mes es neutro en la primera mitad del mes, debido al pago por importaciones de energía que se han llevado los pocos dólares que se habían podido comprar. Históricamente, junio es un mes elevado en liquidación de cosecha gruesa, aún más este año con los precios históricos que están registrando los commodities a nivel internacional. Con esta dinámica, para lograr cumplir con la meta del FMI, el BCRA debería comprar unos USD 275 M diarios hasta fin de mes, ritmo que pensamos que es muy poco probable de ver. Seguramente en las próximas semanas se conozcan medidas del Gobierno que apunten a frenar el ritmo de importaciones ya que es lo que está desgastando al BCRA con respecto a este punto.
Se conoció el martes el dato de inflación de mayo con un registro 5,1%, en línea con lo que esperaba el mercado. Está claro que es un nivel extremadamente alto, ya que el principal problema es la persistencia de estos porcentajes a lo largo de los meses y la poca efectividad que tiene el Gobierno con sus medidas. El nivel acumulado en los últimos 12 meses es de 60,70% mientras que la inflación núcleo (que quita la distorsión de los bienes con estacionalidad) marcó también un valor elevado de 5,2%. La dinámica de precios mantiene una inercia muy elevada, que marca el fracaso de la política económica en intentar atacar este problema de raíz.
Por último, la tasa de depreciación del tipo de cambio oficial volvió a acelerarse y alcanzó su mayor nivel en los últimos 17 meses. Durante la semana pasada, el ritmo de depreciación se elevó hasta el 51,6% (4% más que la semana anterior). El crawling peg del tipo de cambio oficial se aceleró a valores que habíamos observado en enero de 2021, aunque por el momento esta velocidad es inferior al nivel de inflación actual proyectado para junio. Estos mayores niveles de depreciación influyen negativamente en la presión que ejerce sobre el incremento de precios, pero podría ayudar a quitar presión a la brecha con los dólares financieros, la cual aumentó de forma considerable durante la última semana.
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Panorama e
Inversión
Con el respiro que dió la estabilización de los precios de los títulos en pesos y el freno en la escalada de los dólares financieros, mantenemos prudencia en nuestras recomendaciones, intentando no elevar los riesgos en las decisiones de inversión.
Para esto, con la recuperación de los bonos CER y a raíz de consultas que recibimos de clientes a lo largo de la semana, mantenemos las recomendaciones en bonos CER como T2X2 (cuyo rendimiento ya se ubica en -2% + CER) y TX23 (7,5% + CER), todos los que tienen fecha de vencimiento previo a las elecciones presidenciales del año que viene. Es notorio que el golpe que se vió hace una semana genera que los inversores sean menos propensos a volver a comprar estos títulos, sin embargo, si el Tesoro logra ir renovando los vencimientos en las próximas licitaciones y la inflación se mantiene en niveles elevados, estos títulos seguirán siendo la forma más eficiente de lograr cobertura.
En cuanto a la posibilidad de buscar cobertura cambiaria, sostenemos nuestra preferencia por títulos corporativos por sobre soberanos y provinciales. Es ahí donde esta semana se observó una buena emisión de Vista de obligaciones negociables en moneda dura y donde el mercado elige alocar dólares para obtener rendimientos interesantes. Sin embargo, siempre es prudente realizar un análisis crediticio sobre la empresa en cuestión, dado que el mercado de créditos corporativos tiene una gran diversidad en términos de calidad.