En agosto de 2025, el Índice de Precios al Consumidor (CPI-U) en EE.UU. registró un incremento mensual del 0,4 %, después de subir un 0,2 % en julio. La inflación interanual alcanzó un 2,9 %, la más alta desde enero del mismo año, aumentando desde el 2,7 % observado en julio.
El componente que excluye alimentos y energía —el llamado core CPI— creció un 0,3 % mensual, igual que en julio, y se mantuvo en 3,1 % interanual.
Dentro de los rubros que impulsaron el alza mensual se destacaron el alojamiento (shelter) con un aumento del 0,4 % en agosto, siendo el factor más significativo en la suba general del CPI. También los precios de los alimentos aumentaron 0,5 % en el mes: los comestibles para consumo en casa subieron un 0,6 %, y la comida fuera del hogar un 0,3 %. La energía tuvo un alza mensual de 0,7 %, destacándose el incremento del 1,9 % en el precio de la gasolina.
Algunos subíndices que subieron con fuerza incluyen los vuelos, que escalaron 5,9 % durante el mes, los autos usados y camiones (+1,0 %), y prendas de vestir. En contraste, los servicios de salud, comunicación y recreación mostraron caídas mensuales en algunos casos, lo que moderó parcialmente la presión inflacionaria.
Este dato más elevado de inflación —tanto la general como algunos componentes— plantea un dilema para la Reserva Federal (Fed): por un lado, los mercados siguen anticipando recortes de tasa en el corto plazo; por otro lado, la persistencia de la inflación, especialmente en shelter y alimentos, podría justificar cautela en la política monetaria.