En julio de 2025, el CPI subió un 0,2 % respecto al mes anterior, acumulando una inflación interanual del 2,7 %, manteniéndose sin cambios respecto a junio .
El CPI subyacente (Core CPI), que excluye alimentos y energía, creció un 0,3 % mensual, el mayor aumento en seis meses, impulsado por mayores costos en servicios como salud, transporte aéreo, y alojamiento . En términos interanuales, el Core CPI alcanzó el 3,1 %, su nivel más alto desde febrero .
El repunte se atribuye en parte a aranceles, que aunque todavía no impactan plenamente los precios de bienes, ya están elevando el costo de servicios y mobiliario del hogar . Al mismo tiempo, el descenso en los precios de la energía, especialmente de la gasolina, amortiguó algo la inflación general .
No obstante, surgieron preocupaciones sobre la calidad de los datos, pues el BLS ha reducido la recolección en varias zonas por recortes presupuestarios y recorte del personal. Esto ha llevado a un mayor uso de imputaciones estadísticas, encendiendo alertas entre economistas sobre la fiabilidad de futuras cifras CPI .
Este contexto refuerza las expectativas de un recorte de tasas de la Fed en septiembre, aunque algunos analistas llaman a mantener cautela ante la inflación subyacente elevada y los riesgos derivados de los aranceles .