La reunión del FOMC de julio de 2025 reflejó un enfoque cauteloso, señalando que la inflación sigue siendo elevada mientras síntomas de desaceleración en el crecimiento se hacen evidentes. Los miembros mantuvieron la tasa de interés en 5,25%, dejando abierta la posibilidad de futuras subidas si la inflación no cede. La estrategia implica monitorear estrechamente los datos económicos, con especial atención al mercado laboral y a la inflación.
El comité expresó preocupación por la persistencia de la inflación por encima del objetivo del 2%, aunque reconoció ciertas señales de estabilización en algunos sectores. La desaceleración del consumo y los avances en la política fiscal fueron destacados, pero advirtieron que el riesgo de sobrecalentamiento aún persiste.
Asimismo, analizaron el impacto de los recientes movimientos globales y la posible necesidad de ajustar sus políticas si la inflación no se controla en los próximos meses. La decisión refleja un equilibrio entre frenar la inflación y evitar un impacto negativo en el crecimiento.
En conclusión: La reunión del FOMC de julio de 2025 mostró cautela ante la persistente inflación y consideraciones sobre futuras subidas de tasas, priorizando una política dependiente de los datos económicos y la evolución global.