En febrero, la inflación en Estados Unidos continuó mostrando presiones al alza, aunque con ciertos matices en los componentes principales. El índice general de precios al consumidor (IPC) aumentó un 0,4% mensual (MoM) y un 3,2% anual (YoY), ligeramente por encima de las expectativas del mercado.
El índice básico (Core CPI), que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, también subió un 0,4% MoM, manteniendo la tendencia observada en enero. Este aumento refleja presiones persistentes en sectores clave como la vivienda y los servicios. El costo de la vivienda siguió siendo un factor clave, con un aumento del 0,5% MoM, contribuyendo significativamente al índice general.
Los precios de los alimentos subieron un 0,3% MoM, con aumentos tanto en alimentos en el hogar (0,2%) como fuera del hogar (0,4%).
El índice energético aumentó un 1,1% MoM, impulsado por un repunte en los precios de la gasolina, lo que sugiere que los precios de la energía podrían seguir siendo un factor inflacionario importante en los próximos meses.