El dólar retrocede, pero factores estacionales y  preelectorales prolongan la volatilidad

13.08.2025

INVERSIONES

  El tipo de cambio registró una dinámica bajista durante la última semana, cerrando en $1.330. No obstante, operadores del mercado advierten que la tendencia podría […]

 

El tipo de cambio registró una dinámica bajista durante la última semana, cerrando en $1.330. No obstante, operadores del mercado advierten que la tendencia podría revertirse ante una combinación de factores: una liquidación del agro a ritmo moderado, mayores pagos asociados a las vacaciones de invierno, la demanda preelectoral latente y la estacional caída en la demanda de pesos durante el tercer trimestre.

En paralelo, el Gobierno deberá comprar más de USD 5.000 millones de aquí a diciembre, en un contexto que incluye vencimientos de capital de provincias —particularmente Buenos Aires— y compromisos corporativos.

Todo lo anterior sugiere ser prudentes en el frente cambiario y entender que toda estrategia de carry trade, que hoy luce muy tentadora, conlleva riesgos.

 

Volatilidad en las tasas

La reciente suba de encajes —20 puntos porcentuales en apenas dos semanas— redujo significativamente la liquidez del sistema. Con un mercado interbancario acotado y entidades obligadas a integrar mayores encajes, las tasas a un día se dispararon. Analistas señalan que, bajo el esquema vigente, el Banco Central no logra anticipar con precisión las necesidades de liquidez del sistema financiero, lo que genera una volatilidad excesiva en las tasas de interés.

Con la tasa de caución a un día alcanzando hoy el 80% TNA, el Banco Central anunció la apertura de una ventanilla de liquidez para que las entidades financieras puedan desprenderse de letras con vencimientos superiores a 60 días. En paralelo, el Tesoro se prepara para enfrentar en los próximos días una licitación por $14,9 billones, en la que el mercado anticipa un rollover por debajo del 100% y una marcada inclinación por los tramos de menor plazo.

En renta fija, se observó un mejor desempeño relativo de los bonos ajustados por tasa variable (TAMAR) frente a los de tasa fija, lo que denota mayor demanda de cobertura ante la volatilidad en tasas. La TAMAR se ubicó por encima del 42% TNA.

En materia inflacionaria, el dato de CABA mostró un leve pass-through, con la tasa real actuando como un factor relevante. Las proyecciones ubican al IPC nacional entre 2,0% y 2,2%.

En este escenario, las estrategias de inversión siguen privilegiando el tramo corto de LECAPs —particularmente entre agosto y octubre— para capturar el devengamiento de tasas cortas mientras persista la inestabilidad.

 

Para perfiles más arriesgados, puede ser una buena oportunidad fijar tasas en pesos a mediano plazo (BONCAPs a enero o febrero de 2026) o a tasa variable TAMAR (TTM26 y TTS26), apostando a la hipótesis de que las tasas altas no podrán sostenerse mucho tiempo en estos niveles.