Con la necesidad de frenar la crisis cambiaria desatada desde junio, el Gobierno debió tomar el toro por las astas y recicló todo el equipo económico. El cambio ayudó a frenar la dinámica alcista del tipo de cambio, aunque los primeros anuncios realizados por Massa, están lejos de ser suficientes para lograr contener las inconsistencias macro. Aunque faltan algunos detalles importantes, los anuncios fiscales todavía no muestran un evidente ajuste sobre el gasto y profundiza la dependencia del financiamiento en pesos.
La aceleración del deterioro del modelo de Guzman claramente se dió a inicios de junio cuando el mercado dejó de demandar deuda en pesos, el cual era uno de los dos mecanismos que tenía para financiar el déficit, además de la emisión. Los costos de tener un Gobierno fragmentado y una crisis cambiaria la cual no está claro que haya finalizado, todavía muestran sus consecuencias por ejemplo conociendo el dato de inflación de julio de 7,4%, teniendo un dólar financiero $90 por sobre los valores de inicios de junio y habiendo tenido 3 ministros de economía diferentes en los últimos 2 meses.
Massa aparece como la figura más ortodoxa de los líderes del Frente de Todos, con mucho peso político y una relación cercana con diferentes sectores tanto locales como del exterior, buscando aliviar la incertidumbre e intentando comenzar a anclar expectativas hacia adelante, los mercados reaccionaron positivamente a los cambios. Sin embargo, a medida que pasan las semanas, la necesidad de un shock para estabilizar la economía cada vez es más fuerte. El nivel de reservas netas del BCRA, hoy en USD 1.000M, es otro factor que preocupa en el corto plazo. Tras 10 días seguidos de ventas netas de dólares, el BCRA recién el miércoles logró volver a comprar, aunque apenas USD 15M. Las liquidaciones del agro todavía no aumentaron como prometió el nuevo ministro, aunque la demanda de dólares para pagos de energía se mantiene firme a medida que llegamos al final del invierno. El BCRA estuvo ajustando en los últimos días el ritmo de devaluación del dólar oficial, llegando a realizarlo a un ritmo del 90% anualizado (TEA). Una alta nominalidad y una tasa de interés en pesos que parece insuficiente para compensar el riesgo de estar alocado en moneda local, genera a los exportadores pensar dos veces antes de apurarse a liquidar. Con lo cual es urgente materializar acuerdos que engrosen las reservas internacionales del BCRA y terminen de definir si este ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial es sostenible. Las posturas están repartidas y será el mercado seguramente el que defina qué sucederá. Por ejemplo, los futuros de dólar de Rofex marcan tasas implícitas de devaluación por sobre el 110% anualizado para octubre de este año y tasas arriba del 100% para los siguientes meses. Aun con un BCRA que está del lado vendedor para intentar contener expectativas.
El mercado de deuda en pesos es otro apartado donde el Gobierno debe ser hábil para no volver a cometer errores pasados. El desafío es convencer al mercado que continúe financiando el déficit en este contexto mediante la compra de nuevos bonos. Por lo pronto esta semana se conoció el resultado del canje propuesto sobre las letras de corto plazos por bonos duales. Finalmente se consiguió canjear el 85% de los vencimientos entre agosto y octubre, colocando bonos que vencen a mediados de 2023 (todavía dentro del mandato de este gobierno). La participación del sector privado fue una noticia positiva, entendiendo que la oferta realizada de otorgarle al mercado un bono que paga el mayor diferencial entre inflación y devaluación del dólar oficial era un atractivo suficiente para los inversores. Asimismo, otra forma de entender este canje es que el gobierno ahora convirtió esta deuda en pesos en instrumentos difícilmente licuables. Pero la posibilidad de despejar los vencimientos de corto plazo le otorga aire de cara a los próximos meses que serán igualmente desafiantes.
Por otro lado, el jueves hubo una licitación de bonos en pesos, donde se emitieron ARS 183.000M consiguiendo un financiamiento neto positivo de ARS 85.000M. La próxima licitación del Tesoro será el 29 de agosto con vencimientos relativamente chicos, por ARS 41.000M, donde el principal vencimiento es la Lelite colocada el jueves.
En materia monetaria y financiera, Massa dijo que no pedirán mas Adelantos Transitorios al BCRA en lo que resta del año buscando enviar la señal de que frenarán la monetización del déficit, elemento central detrás de las presiones inflacionarias y cambiarias. Sin embargo, lanzar este anuncio sin un compromiso mucho más profundo de consolidación fiscal implica aumentar la carga sobre el endeudamiento en pesos. Esta había sido la principal debilidad del plan del ex ministro Guzman pero también lo será para el plan de Massa, ante un mercado que muestra dudas para colocarle deuda en plazos posteriores a las elecciones presidenciales.
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Panorama e
Inversión
El cambio de conducción es una señal positiva porque reduce la incertidumbre del respaldo político que hay para tomar las medidas necesarias para estabilizar. Con la necesidad de nuevos anuncios, todavía es necesario seguir siendo prudente y tomar un sesgo defensivo para alocar inversiones, diseñando estrategias que prioricen protección de capital ante tantos frentes complicados. Cuando observamos instrumentos que no sean emitidos por el Tesoro para diversificar riesgo soberano, encontramos créditos de buena calidad tanto provinciales como corporativos. Desde lo provincial, vemos con buenos ojos el bono emitido por Capital Federal con vencimiento en 2027, que es hard dollar y cuyo rendimiento se encuentra en niveles de 14% de TIR. La buena performance fiscal de la ciudad y el detalle de tener los dólares disponibles para abonar los pagos de renta lo convierten en un instrumento muy interesante. En el plano corporativo, la ON de Pampa 2023 mantiene su atractivo tras el canje que mantiene a este bono con un monto de amortización mucho más reducido y rindiendo 3% TIR.
En el apartado de pesos, con el nacimiento de los bonos duales, se convierten en una opción más que válida para tener cobertura tanto CER como Dólar Linked. Si bien recién el viernes comenzaron a cotizar, estos papeles deberían tener un rendimiento levemente menor que sus comparables Cer o DL, dado que se agrega esa opcionalidad de cobertura.