Un dato de color, segĆŗn Bloomberg LĆnea, āen menos de tres aƱos los billetes de $1.000, los de mayor denominación del paĆs, pasaron de representar menos del 6 % del share a mĆ”s del 30 por cientoā. El billete de ARS 1.000, desde que salió a cotizar, en noviembre del 2017, vale en tĆ©rminos reales la dĆ©cima parte de lo que valĆa casi cinco aƱos atrĆ”s. Con un dólar a ARS 17,93 el 1 de noviembre de 2017, el billete de ARS 1.000 representaba unos USD 55,77. Actualmente, vale apenas USD 5,57 al tipo de cambio oficial de ARS 179,50 en el mercado mayorista, con una pĆ©rdida del 90 % medido en moneda norteamericana. Y si para el cĆ”lculo se toma en cuenta el dólar libre, hoy a ARS 369, un billete de mil pesos argentina, equivale a USD 2,71 al blue, con una pĆ©rdida acumulada de 99 % en menos de cinco aƱos.
¿Qué nos depara el 2023?
Con esta mochila y sumando el contexto de aƱo electoral, limitado por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por el cierre de los mercados de crĆ©dito, internacionales, asĆ como por la decisión polĆtica de no hacer modificaciones tributarias, el mercado de deuda en pesos resultó fundamental para la sostenibilidad fiscal de la actual gestión, y lo serĆ” en mayor medida en un 2023 en el que, acompaƱado de todos estos factores, la economĆa deberĆ” transitar las turbulencias de un aƱo electoral.
SegĆŗn seƱalan desde la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo ā FIDE, ya en diciembre pasado, sobre vencimientos de ARS 700.000M, se logró un exitoso ratio de refinanciación de casi el 250 %. A ello, le siguió el tambiĆ©n positivo canje de deuda llevado adelante durante la primera semana de enero, como te lo contamos en el 5 Minutos de la semana pasada, con un 70 % de adhesión, a plazos que en un 50 % incluyen el perĆodo postelectoral, gracias a la acción de bancos pĆŗblicos y el FGS de ANSES.
SegĆŗn se desprende de un Ćŗltimo informe de la consultora Ecolatina, estos buenos resultados los son aĆŗn mayores si se tiene en cuenta lo que habĆa sucedido entre octubre y noviembre pasado. Recordemos que, en ese lapso, el financiamiento neto promedió menos de ARS 37.000M, es decir una refinanciación de solo el 105 %, incluso cuando para el tercer trimestre se situó arriba de los ARS 350.000M mensuales, es decir una refinanciación del 224 %. En este punto, detallan que, en la Ćŗltima licitación del aƱo, frente a vencimientos poco significativos, apenas por encima de los ARS 62.000M, el Tesoro logró captar fondos por ARS 344.000M, lo que redundó en un financiamiento neto superior a los ARS 280.000M, con una tasa de rollover extraordinaria que se ubicó por encima del 550 %, incluso cuando el Tesoro convalidó una baja en las tasas, que cerraron el aƱo al 110 %, cuando a mediados de aquel diciembre se ofrecĆan a un 116 %. Este cierre, fue clave para cerrar 2022 tanto con una composición del financiamiento como con una tasa del mismo superior a la de 2021. Y es que mientras que el aƱo pasado el refinanciamiento fue del 147 %, en 2021 fue del 122 %. Asimismo, mientras que en 2022 el 72 % de las necesidades se cubrieron en el mercado de deuda en pesos y el 28 % vĆa Adelantos Transitorios del BCRA por emisión, en 2021 habĆa ocurrido lo opuesto, pues el 74 % se cubrió con asistencia monetaria y el 26 % con deuda en pesos.
Analizando la situación, se considera que las autoridades deberÔn alcanzar un rollover superior al 130 % para poder cumplir con la meta monetaria acordada, que era el tope de asistencia por parte del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en 0,6 % del PIB, para la cual, estiman, que el promedio de ARS 500.000M de vencimientos mensuales hasta marzo serÔ una cifra manejable para el Tesoro sino aparecen episodios disruptivos, pero entre el segundo y el tercer trimestre del año el promedio mensual de vencimientos se ubicarÔ en AS 1.85 Billones, con lo que esperan que el Tesoro impulse nuevamente operaciones de canje, siempre en un marco de consolidación fiscal que permita mantener acotadas las necesidades de financiamiento.
Al mismo tiempo, el dólar Contado con Liquidación (CCL), que en los Ćŗltimos tiempos venĆa experimentando una baja, tendrĆ” tambiĆ©n un rol relevante, en la medida que su relativo descenso puede significar una fuerte competencia para los inversores en pesos.
Sin pasar por alto que todo lo anterior dentro de un marco de un aƱo con elecciones presidenciales, donde āserĆ”n claves las seƱales que dĆ© la oposición en cuanto al tratamiento de la deuda soberana ante un eventual cambio de gestiónā, donde ademĆ”s la situación polĆtico-social presiona para expandir el gasto, y generalmente se experimenta una incertidumbre electoral que incentiva la dolarización de carteras.