En un contexto con precios de commodities excepcionalmente elevados por la guerra en Ucrania el Indec publicó la balanza comercial del mes de junio mostrando un peor dato al estimado por el mercado.

El resultado dió un saldo negativo de balanza comercial de USD 115 millones cuando se esperaba un superávit de USD 500M. Las importaciones no superaban a las exportaciones desde diciembre de 2020 y es el segundo mes en que se registra un número negativo desde agosto 2018. Las exportaciones sumaron 8.432 millones de dólares, con una mejora interanual del 20,3%, y las importaciones alcanzaron los 8.547 millones de dólares, lo que representó un alza del 44,6%. El incremento de estas últimas estuvo marcado principalmente por las necesidades del sector de energía (combustibles y gas natural licuado como principales bienes que explican este rubro).

Esto marca un panorama desafiante hacia el segundo semestre, a medida que vaya finalizando la temporada alta de liquidación de la cosecha gruesa. Con un cepo que alienta el adelanto de importaciones, pero que complica a su vez a exportaciones que dependen de insumos importados para poder producir, el equipo económico tendrá el desafío de gestionar este apartado para volver a generar dólares genuinos.