Asoma la sequía
Las reservas internacionales del BCRA son uno de los temas más importantes que tiene el Gobierno en el corto plazo, para poder tener bajo control el cepo cambiario. Sin embargo, esta semana la bolsa de cereales redujo su estimación de producción de trigo, desde 15,2M a 14M de toneladas. Menor cantidad de dólares presiona sobre expectativas y a futuro puede presionar sobre dólares financieros. Para tener una referencia, en 2021, la cosecha fue de 22,4M de toneladas.
Durante el mes pasado, el Banco Central mantuvo una posición neta vendedora en el Mercado de Cambios. Luego de haber comprado USD 4.966M en el mes de septiembre gracias a la implementación del esquema dólar soja que autorizó a exportar soja a un tipo de cambio preferencial de ARS/USD 200, a lo largo de octubre se observó una desaceleración de las liquidaciones de agroexportadores (USD 1.217M vs. USD 8.120M en septiembre) que contribuyó a una caída en el ingreso de divisas al MULC.
El BCRA cerró el mes de octubre con ventas en el Mercado de Cambios por USD 496M. A la dinámica observada en octubre se le suma el recorte de la producción estimada de trigo para la campaña 2022/2023 que comentamos al inicio, consecuencia de la sequía que compromete los rindes de la cosecha, y que generará una menor oferta de divisas para los próximos meses.
Dados los desembolsos y pagos de al FMI que ocurrirán en el trimestre, el giro del BID por USD 700M y la posibilidad de que el Gobierno reciba DEG equivalentes a USD 1.300M en concepto del “Fondo de Resiliencia”, que redistribuye los Derechos Especiales de Giro en manos de países de altos ingresos hacia los de ingresos medios y bajos, y teniendo en cuenta que las Reservas Netas se ubicaron en USD 6.952M a fines de septiembre, el BCRA no necesitaría adquirir dólares para cumplir la meta de Reservas del último trimestre. Es más, incluso tendría margen para vender unos USD 2.000M entre el 30 de septiembre y fin de año. Sin embargo, el cumplimiento del objetivo no deja de ser un desafío, particularmente porque ya en octubre se vendieron USD 496M.
Esta coyuntura nos mantiene expectantes, pero todavía no nos hace pensar en un salto discreto del tipo de cambio en el corto plazo. Lo que sí se puede ver es una reducción importante del stock de futuros de dólar vendidos por parte del BCRA, lo que le da mayor flexibilidad para analizar distintos escenarios para el tipo de cambio oficial. Esta semana el BCRA anunció un nuevo dólar para turistas extranjeros, donde los ingresos irán hacia el dólar MEP, aunque el volumen no es significativo (en torno a los USD 40M al mes).
El BCRA mantiene devaluando el dólar oficial a un ritmo del 120% anualizado (TEA) en los últimos días de esta semana, aunque en paralelo se mantiene como vendedor de divisas a pesar de esta aceleración. Será importante también monitorear esta dinámica para noviembre, dado que el Gobierno buscará permanentemente alternativas para reducir la cantidad de dólares que tenga que vender en el MULC.
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Panorama e
Inversión
Los movimientos en la curva de pesos en las últimas semanas se mantienen, con los bonos operando cerca de los bids del BCRA. Esto quiere decir que es el Gobierno que a través de su intervención sostiene los precios de los bonos en un nivel mínimo.
Los principales bonos comprados por el BCRA son los que tienen vencimiento en 2024. Se estima que durante octubre ya lleva comprados unos ARS 170.000M según estimaciones de mercado, el cual es un monto considerable. Los FCIs de renta fija no están siendo rescatados de forma significativa, con lo cual el flujo vendedor vendría desde otro tipo de inversores privados. El mercado se muestra conservador y sobre todo reacio a tomar posturas en bonos que vencen post elecciones del año que viene, dada la incertidumbre de qué tratamiento les dará el Gobierno próximo a los títulos públicos en moneda local.
Bajo este panorama, nuestra recomendación se mantiene en el posicionamiento del tramo corto de la curva de bonos en pesos, sobre ponderando los bonos ajustables por inflación. TX23 con un rendimiento sobre inflación de 3% se posiciona como una buena opción para colocar pesos a corto plazo. Bonos a tasa fija como el TO23 (con vencimiento en octubre del año que viene), tiene un rendimiento de 139%, donde esta elevada tasa refleja el riesgo cambiario e inflacionario que habrá para los próximos meses.